Iba caminando por la calle recordando tu risa, esa risa que he perdido, que yo ya lo sabía. No sé porqué duele tanto, algo que ya sabía. Esa confirmación de lo inevitable...
Yo no podría olvidarte ni con el rencor más grande que pudiese adquirir. Esas tardes de primavera, verano, otoño e invierno compartiendo confidencias. Esas visitas de madrugada, que esperaba ilusionada entre bostezos. Esa tranquilidad, ese amor que siento cuando estoy muy cerca de ti, ese sentimiento de estar "a salvo", he sido egoísta y tú un amor, te entiendo.
Pero no termina aquí,
te lo prometo.
SANGIL